Autor: Licenciado en Administración, Erick Aarón Vázquez Sauza
Contacto: aaron.finanzasyleyes@gmail.com
Afiliación: Universidad Nacional Autónoma de México
|| Facultad de Contaduría y
Administración | Facultad de Derecho
Ciudad de
México || 10 de septiembre de 2024
Resumen
El presente artículo explora las
bases científicas y no científicas empleadas para sostener afirmaciones o
argumentaciones en distintos contextos. Se analiza la estructura y los
elementos que conforman las bases científicas, como la observación, la formulación
de hipótesis, la experimentación y la revisión por pares. Asimismo, se examinan
las situaciones en las que las bases no científicas, como la experiencia
personal, los testimonios y el consenso, pueden ser utilizadas para validar
afirmaciones. Finalmente, se discute la credibilidad de cada tipo de base y se
establecen conclusiones sobre cuándo es apropiado emplear bases científicas y
cuándo pueden ser suficientes otras formas de argumentación.
1. Introducción
La argumentación es un proceso
fundamental en el desarrollo del conocimiento y la toma de decisiones, en el
que se busca validar o refutar una afirmación a través de la presentación de
pruebas o razonamientos. En este proceso, las bases que se emplean para
sustentar las afirmaciones juegan un papel crucial, ya que determinan la
credibilidad y solidez del argumento. Las bases científicas son frecuentemente
consideradas como el estándar más riguroso para validar afirmaciones, pero en
ciertos contextos otras bases, como la experiencia personal, los testimonios o
el consenso, pueden ser igualmente válidas.
El objetivo de este artículo es
analizar en profundidad las bases científicas y no científicas, describir sus
componentes, y discutir los contextos en los que cada una es aplicable.
Asimismo, se explorará la credibilidad asociada a cada tipo de base y se
ofrecerán ejemplos prácticos que ilustren su uso en diferentes áreas del
conocimiento.
2. Bases Científicas:
Fundamentos y Estructura
Las bases científicas son
aquellas que se derivan del método científico, un proceso sistemático y
riguroso diseñado para reducir el sesgo y la incertidumbre en la búsqueda de la
verdad. Este método incluye varias etapas que aseguran la validez de los
resultados y su aplicabilidad a diferentes situaciones.
2.1 Observación La observación es el primer paso en el
método científico y consiste en la recopilación de datos a partir de la
realidad observable. Estos datos pueden ser cualitativos o cuantitativos, y se
recogen de manera sistemática para garantizar que sean representativos y no
sesgados. La observación permite identificar patrones o anomalías que luego se
utilizarán para formular hipótesis.
2.2 Hipótesis Una hipótesis es una explicación
tentativa que se formula para interpretar las observaciones realizadas. Esta
debe ser clara, específica y susceptible de ser probada mediante
experimentación. Las hipótesis son esenciales en el proceso científico, ya que
proporcionan una guía para la investigación y permiten hacer predicciones sobre
los resultados de los experimentos.
2.3 Experimentación La experimentación es el proceso mediante
el cual se ponen a prueba las hipótesis. Los experimentos deben ser diseñados
de manera controlada para aislar las variables que se están investigando y
minimizar la influencia de factores externos. Los resultados obtenidos en los
experimentos proporcionan la base para confirmar o refutar la hipótesis
planteada.
2.4 Análisis de
Resultados Una vez
obtenidos los resultados del experimento, es necesario analizarlos para
determinar si apoyan o refutan la hipótesis. Este análisis se lleva a cabo
mediante métodos estadísticos que permiten evaluar la significancia de los
resultados y su aplicabilidad a situaciones más generales.
2.5 Conclusión La conclusión es la etapa final del
método científico, en la que se determina si la hipótesis ha sido confirmada o
refutada. Las conclusiones deben ser claras y estar basadas exclusivamente en
los resultados obtenidos, evitando la especulación o el uso de datos no
observados.
2.6 Revisión por Pares Uno de los aspectos más importantes de
las bases científicas es la revisión por pares, un proceso en el que otros
expertos en el campo revisan y validan los hallazgos. Este proceso asegura que
los resultados sean consistentes, reproducibles y estén libres de errores o
sesgos.
3. ¿Son siempre
necesarias las bases científicas?
Aunque las bases científicas son
consideradas el estándar de rigor en la validación de afirmaciones, no siempre
son necesarias o aplicables en todos los contextos. Existen situaciones en las
que otras bases, como la experiencia personal, los testimonios o el consenso,
pueden ser suficientes para validar una afirmación. La elección de las bases
depende del tipo de afirmación que se esté haciendo y del contexto en el que se
presente.
3.1 Experiencia Personal La experiencia personal puede ser una
base válida para sustentar una afirmación en contextos donde no es posible o
necesario aplicar el método científico. Por ejemplo, una persona puede afirmar
que una determinada dieta es efectiva basándose en su propia experiencia,
aunque no existan estudios científicos que respalden esta afirmación. En este
caso, la experiencia personal ofrece una evidencia directa que puede ser
suficiente en determinados contextos, aunque carezca del rigor y la
generalización que proporciona la ciencia.
3.2 Testimonios Los testimonios de expertos o testigos
también pueden ser utilizados como base para validar afirmaciones,
especialmente en contextos legales o anecdóticos. Un testimonio puede ser
particularmente valioso cuando proviene de una persona con autoridad o
experiencia reconocida en el tema. Sin embargo, es importante tener en cuenta
que los testimonios no siempre son imparciales o libres de errores, por lo que
su credibilidad debe ser evaluada en función de la reputación del testigo y la
consistencia de su relato.
3.3 Consenso En algunos campos, el consenso entre
expertos puede ser considerado una base sólida para validar afirmaciones,
incluso si no existen estudios científicos que las respalden directamente. El
consenso implica que un grupo de expertos ha llegado a un acuerdo basado en su
experiencia y conocimiento acumulado. Aunque el consenso no tiene el mismo
rigor que la ciencia empírica, puede ser útil en situaciones donde la
investigación científica no está disponible o es insuficiente.
3.4 Lógica y Razonamiento Los argumentos basados en la lógica y el
razonamiento pueden ser convincentes y válidos en ciertos contextos, aunque no
estén respaldados por pruebas científicas. Un argumento lógico debe ser
coherente y estar libre de contradicciones, lo que aumenta su credibilidad. Sin
embargo, es importante reconocer que la lógica por sí sola no puede sustituir
la evidencia empírica, ya que las premisas de un argumento lógico pueden ser
falsas o incompletas.
4. Certidumbre con otras
bases
Cuando se utilizan bases no
científicas para validar una afirmación, es posible alcanzar un cierto grado de
certidumbre, aunque este puede variar en función de la naturaleza de las bases
empleadas.
4.1 Experiencia Personal La repetición de resultados consistentes
en experiencias personales puede generar una alta confianza en la validez de
una afirmación. Por ejemplo, si una persona sigue una rutina específica de
ejercicios y siempre experimenta una mejora en su bienestar, es probable que
tenga una alta certidumbre en la efectividad de dicha rutina. Sin embargo, la
experiencia personal tiene limitaciones, ya que lo que funciona para una
persona puede no ser aplicable a otras.
4.2 Testimonios La credibilidad de los testimonios
depende en gran medida de la reputación y experiencia del testigo. Un
testimonio de un experto reconocido puede ser muy convincente, especialmente si
está respaldado por pruebas o datos adicionales. Sin embargo, los testimonios
no siempre son confiables, ya que pueden estar influenciados por prejuicios o
errores de percepción.
4.3 Consenso El consenso entre expertos proporciona
una base sólida de credibilidad, ya que implica que múltiples individuos con
conocimiento en el tema han llegado a una conclusión similar. No obstante, el
consenso no es infalible y puede estar sujeto a cambios a medida que surgen
nuevas evidencias o se desarrollan nuevas teorías.
4.4 Lógica y Razonamiento La lógica y el razonamiento bien
estructurados pueden ofrecer un alto grado de certidumbre, siempre que las
premisas del argumento sean verdaderas y el razonamiento sea coherente. Sin
embargo, la lógica por sí sola no puede proporcionar pruebas empíricas y, por
lo tanto, no debe considerarse como una base completa para validar afirmaciones
en contextos científicos.
5. Grado de credibilidad
El grado de credibilidad de las
diferentes bases empleadas para validar afirmaciones varía en función de la
naturaleza de las bases y del contexto en el que se utilicen.
5.1 Alta Credibilidad Las bases que ofrecen un alto grado de
credibilidad incluyen la experiencia personal repetida, los testimonios de
expertos reconocidos y el consenso entre expertos en un campo determinado.
Estas bases son particularmente valiosas cuando se utilizan en conjunto con
pruebas adicionales o cuando se aplican en contextos donde el método científico
no es aplicable.
5.2 Credibilidad Moderada Las bases con una credibilidad moderada
incluyen los testimonios de personas con menos experiencia o el consenso en
grupos más pequeños de expertos. Aunque estas bases pueden ser útiles en
ciertos contextos, es importante evaluarlas con precaución, ya que su validez
puede ser limitada o estar sujeta a errores.
5.3 Baja Credibilidad Las bases que ofrecen un bajo grado de
credibilidad incluyen las experiencias aisladas, los testimonios de fuentes no
verificadas y los argumentos con fallos lógicos. Estas bases deben ser vistas
con escepticismo y no deben utilizarse como la única fuente de validación de
una afirmación.
6. La Ciencia como la
Base Más Confiable
La ciencia es generalmente
considerada la manera más confiable de validar afirmaciones, especialmente en
contextos donde la precisión y la objetividad son esenciales. Las bases
científicas ofrecen una rigurosidad única debido a su enfoque en la observación,
experimentación, análisis de resultados y revisión por pares. Este proceso
minimiza la subjetividad y el sesgo, proporcionando una forma sólida de validar
afirmaciones y alcanzar conclusiones.
Sin embargo, es crucial reconocer
que incluso las bases científicas no son infalibles. La ciencia está sujeta a
revisiones y mejoras continuas a medida que se disponen de nuevas evidencias.
Esto no socava su credibilidad, sino que refuerza su capacidad para adaptarse y
corregirse a lo largo del tiempo.
7. Conclusión
El análisis de las bases utilizadas para validar afirmaciones revela que, aunque las bases científicas son generalmente las más confiables, existen contextos donde otras formas de evidencia pueden ser suficientes. La elección de la base adecuada depende del contexto, la naturaleza de la afirmación y el grado de certidumbre requerido.
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