domingo, 15 de septiembre de 2024

¿Por qué el administrador debe estudiar filosofía?


Autor: Licenciado en Administración y Licenciado en Derecho, Erick Aarón Vázquez Sauza

Contacto: aaron.finanzasyleyes@gmail.com

Afiliación: Universidad Nacional Autónoma de México  ||  Facultad de Contaduría y Administración | Facultad de Derecho

Ciudad de México  || 15 de septiembre de 2024

 

"El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice." - Aristóteles

En el contexto organizacional, el administrador ocupa una posición central que refleja y dirige el orden dentro de una institución. Su rol implica no solo el manejo de recursos y la toma de decisiones, sino también una comprensión profunda del entorno, el diagnóstico de la situación actual y la proyección hacia el futuro. Para cumplir con éxito estas responsabilidades, el administrador necesita una comprensión holística del ser humano y del contexto en el que opera. Aquí radica la importancia del estudio de la filosofía: una disciplina que proporciona las herramientas para cuestionar, comprender y evaluar las verdades fundamentales que subyacen a nuestras acciones y decisiones.

La administración, como ciencia económico-social, se basa en principios que deben estar enraizados en un conocimiento riguroso. La filosofía contribuye a esta base de conocimiento al ofrecer un marco para cuestionar y validar las ideas sobre las que se construye la administración. Si bien la administración es una ciencia en sí misma, su desarrollo y aplicación están profundamente influenciados por las verdades y principios establecidos por la filosofía. Por lo tanto, el administrador debe ser un conocedor de la filosofía para poder entender y aplicar correctamente estos principios.

La etimología de la palabra "filosofía" - que significa "amor a la sabiduría" - sugiere que cualquier persona que busca aprender y entender las verdades profundas está practicando la filosofía. Para un administrador, esto significa no solo aplicar conocimientos técnicos, sino también explorar y comprender las verdades fundamentales que afectan a su toma de decisiones. La filosofía ofrece una forma de cuestionar nuestras creencias y desafiar nuestras percepciones, lo cual es esencial para un administrador que busca no solo realizar su trabajo de manera eficiente, sino también contribuir al bien mayor de la organización y de la sociedad.

La magnitud del estudio filosófico

El estudio de la filosofía es un desafío monumental, ya que abarca diversas ramas que investigan distintos aspectos del conocimiento y la existencia. Entre ellas destacan:

  1. Metafísica: Explora los aspectos abstractos e intangibles de la realidad, como la existencia y la esencia de las cosas. Dentro de esta área, encontramos la ontología, que estudia el ser en sí mismo, y la teología, que se ocupa del origen divino de las cosas.
  2. Lógica: Se centra en los procesos del pensamiento y busca establecer normas para el razonamiento coherente. Incluye el estudio de silogismos, inferencias y el encadenamiento de ideas.
  3. Ética: Examina el valor de los actos humanos en términos de bien y mal. Estudia la moralidad y los juicios sobre la corrección de las acciones humanas.
  4. Cosmología: Analiza el universo en su totalidad, desde su creación hasta su evolución.
  5. Gnoseología: Investiga el conocimiento mismo y cómo se adquiere.
  6. Política: Estudia los procesos de gobierno y la organización social.
  7. Antropología: Explora el ser humano en sus aspectos fundamentales y su evolución.
  8. Epistemología: Examina la teoría del conocimiento y la validez de los conocimientos científicos.
  9. Axiología: Investiga los sistemas de valores y cómo se asignan valores a los elementos del universo.

Este cuadro proporciona una visión general de las diversas áreas de la filosofía, cada una con su propio enfoque y método. Aunque no cubre exhaustivamente todas las brechas en el campo de la filosofía, ofrece una visión clara de su amplitud y profundidad.

Filosofía y ética

¿Qué es la filosofía?

La filosofía se dedica al estudio de las cuestiones fundamentales sobre el universo y nuestro lugar en él. Su objetivo es determinar la naturaleza de las cosas, cómo se relacionan y cómo debemos entenderlas. A través de una reflexión racional y crítica, la filosofía busca explicar todos los aspectos del conocimiento humano de manera sistemática.

Históricamente, la filosofía surgió en la antigua Grecia como una respuesta crítica a las explicaciones míticas del mundo. Esta nueva actitud, según Karl R. Popper, representó un cambio hacia una reflexión racional y crítica sobre la naturaleza y el lugar del hombre en el universo. La filosofía, al igual que la ciencia que eventualmente se desarrolló a partir de ella, se caracteriza por su actitud crítica y su búsqueda constante de la verdad.

La filosofía se organiza en varias especialidades, y cada una de ellas aborda diferentes aspectos de la realidad y del conocimiento. Aunque los filósofos individuales pueden especializarse en áreas concretas, la filosofía en su conjunto se ocupa de los principios y fundamentos que subyacen a todas las especialidades.

La ética

La ética, una rama fundamental de la filosofía, estudia el comportamiento humano en términos de bien y mal. A diferencia de la moral, que se centra en las normas y prácticas específicas de una sociedad particular, la ética busca principios universales que puedan aplicarse a cualquier grupo social en cualquier momento histórico.

La ética examina cómo deberían actuar las personas para promover el bienestar general y mantener el orden social. A través de la ética, buscamos entender y establecer principios que guíen el comportamiento humano de manera que se maximice el bien y se minimice el mal.

El concepto de ética se origina en el término griego "ethos", que significa "carácter" o "costumbre". Esto refleja la idea de que el comportamiento humano está determinado en gran medida por las costumbres y normas sociales, más que por la naturaleza biológica. Así, la ética se ocupa de los principios que deben guiar el comportamiento humano más allá de las particularidades culturales y temporales.

En contraste, la moral se ocupa de las normas y prácticas específicas de un grupo social en particular. Mientras que la ética ofrece un marco universal para evaluar el comportamiento, la moral se adapta a las circunstancias particulares de cada grupo. Por lo tanto, la ética es una disciplina que se aplica de manera universal, mientras que la moral es particular y específica a cada contexto social.

Conclusión

El estudio de la filosofía y la ética es esencial para los administradores, no solo para comprender los principios que guían la administración, sino también para desarrollar una perspectiva crítica y reflexiva sobre su rol en la organización. La filosofía proporciona las herramientas necesarias para cuestionar y validar los principios que subyacen a las prácticas administrativas, mientras que la ética ofrece un marco para evaluar el impacto de las decisiones y acciones en términos de bien y mal. Al integrar estos conocimientos, los administradores pueden contribuir de manera más efectiva al desarrollo y éxito de sus organizaciones, así como al bienestar general de la sociedad.

Bibliografía

  • Enciclopedia Universal. Santillana, España, 1996.
  • Cortés Morató, Jordi y Antonio Martínez Riu. Diccionario de filosofía, Editorial Herder, España, 1996.
  • Atlas Universal de Filosofía; Manual didáctico de autores, textos, escuelas y conceptos filosóficos. Editorial Océano, España, 2005.
  • Apuntes didácticos para el SUA, Facultad de Contaduría y Administración, UNAM, México, 2007.
  • Larroyo. La lógica de las ciencias, Editorial Porrúa, México, 1985.

 

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conferencia impartida por Aarón Vázquez Sauza

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