Autor: Licenciado en Administración Erick Aarón Vázquez Sauza
Contacto: aaron.finanzasyleyes@gmail.com
Afiliación: Universidad Nacional Autónoma de México || Facultad de Contaduría y Administración | Facultad de Derecho
Ciudad de México || 12 de septiembre de 2024
La primera pregunta ofrece la
oportunidad de comenzar con las reflexiones fundamentales en materia
empresarial, partiendo del supuesto de que debe existir un interés en ciertas
personas para ingresar en el mundo de las organizaciones lucrativas.
El interés es, en este momento,
el punto esencial. Seguramente, esta sensación de necesitar establecer un
negocio, trabajar por cuenta propia o realizar tareas lucrativas no surge de la
nada. Por lo general, tiene como fuente alguna de las siguientes condiciones:
Por la
observación
Es evidente que muchas personas
han logrado crear algún tipo de establecimiento o incluso un medio irregular
para generar actividades lucrativas. Esto incluye desde quienes han fundado
empresas hasta quienes han establecido locales comerciales o han ingresado a la
economía informal. Todas estas actividades demuestran que muchas personas han
conseguido generar una actividad económica aparentemente exitosa. Seguramente,
muchos nuevos aspirantes se sienten inspirados al darse cuenta de que esto es
algo cotidiano, normal y presente, lo que nos lleva a suponer que nosotros
también podemos participar en este tipo de actividades.
Por la frustración
Infinidad de personas
consideran que tienen mayor capacidad que el nivel que se les demanda. También
creen que sus jefes no poseen el talento ni la eficiencia que ellos mismos
tienen; en otras palabras, consideran que merecen estar en un escalafón superior
al que pertenecen y, generalmente, que deberían ocupar el puesto de sus jefes.
Estas personas, con elevada autoestima, encuentran en la frustración del
momento la fuerza motriz suficiente para considerar seriamente la posibilidad
de iniciar alguna actividad lucrativa sin la opresión de sus ineficaces
patrones.
Por la necesidad
Siempre se ha considerado que
los trabajadores son un digno estrato y una ejemplar demostración de fuerza,
entereza, dignidad y estabilidad. Sin embargo, todo trabajador debería tener en
mente que, dadas las condiciones naturales de la vida, llegará el momento en
que su salario se devaluará, al igual que la economía. Lo que hoy gana no será
lo mismo que ganará en el futuro. Además, sus demandas de dinero también
crecerán; si adquiere bienes y genera un modo de vida más “costoso”,
necesariamente sus gastos se elevarán en la misma proporción. El dinero cada
vez alcanzará para menos y su demanda de ingresos exigirá más y más. Todo
trabajador debería saber que su salario se deteriorará y que, en el peor de los
casos, toda relación laboral finalizará. Llegará el día en que tenga que
abandonar sus actividades laborales por diversas razones: el cierre de la
empresa, despidos, fusiones, la edad, enfermedad o cualquier otra. ¡Más le vale
al trabajador tener previsto un modo de generar nuevos ingresos! ¡Qué enorme
riesgo es depender absolutamente del destino de una empresa y de las decisiones
de un patrón! ¡Con razón se considera que los trabajadores son heroicos! El
trabajador debería saber, pues, que tarde o temprano existirá la necesidad de
generar nuevas fuentes de ingresos.
Con estas tres sencillas razones, quiero hoy dejar
asentada la idea de que existe un interés en aquellos que desean iniciar
actividades empresariales independientes, derivado de la apreciación cotidiana,
la frustración y la necesidad. De modo que, si existe una disposición para
aprender a generar negocios o empresas, ya se ha dado de manera natural el
primer paso.
Tener la disposición
de generar un negocio o empresa es ponerse de pie y adelantar un pie al otro,
dando el primer paso indispensable. ¡Felicidades, hemos comenzado ya a caminar
hacia el éxito financiero!
Quiero además
mencionar que la respuesta a la pregunta inicial de este artículo, “¿Quién
quiere establecer una empresa o iniciar un negocio?”, se refiere a ese “quién”
considerando las características personales que generalmente poseen aquellos
interesados. Sin embargo, quisiera extender la argumentación hacia el conjunto
de cualidades deseables o incluso ideales que pueden considerarse requisitos
personales para crear negocios o empresas, todas ellas circunscritas en lo que
conocemos como “El perfil del empresario”:
El
perfil del empresario
Cada emprendedor es diferente
y, obviamente, cada empresa que nace de cada emprendedor también lo es. Sin
embargo, se consideran iguales o constantes las características más importantes
que se denominan como “el perfil del empresario”. Estas características son,
por lo general, una serie de preceptos que orientan o dan una idea del tipo de
estructura necesaria en la personalidad para asegurar al máximo el éxito en los
negocios. A continuación, presentamos las conclusiones a las que han llegado
los investigadores en esta materia.
Personalidad
La personalidad es el conjunto
de características del comportamiento que cada individuo presenta, que le son
distintivas y que son regularmente permanentes, en aspectos como su
sociabilidad, temperamento, agresividad o calma, comunicabilidad, empatía,
liderazgo, asertividad, etc. Es importante en cuanto a la definición de las
ventajas competitivas porque depende de la personalidad del empresario el tipo
de elecciones y el tipo de conducciones que este imprimirá a su negocio. Por
ejemplo, un empresario demasiado impulsivo es capaz de tomar decisiones muy
precipitadas y cometer errores graves; un empresario demasiado indeciso puede
dejar pasar verdaderas oportunidades; o aquel que tenga un carácter demasiado
subjetivista puede dejar a la suerte muchos factores clave. Sin embargo, aquel
que tiene un perfil escrupuloso, disciplinado y de corte cientificista tiene un
nivel diferente de posibilidades de éxito. El empresario tiene la
responsabilidad de crear un sistema eficiente para el logro de los objetivos
organizacionales; su personalidad le ayudará o le impedirá lograr sus
objetivos.
Necesidades
El empresario deberá contar con
las cualidades, conocimientos y experiencias suficientes para emprender la
aventura de las empresas. La diferencia entre el éxito y el fracaso puede
depender también del grado de carencias que presente el aspirante en esta
materia. Por ejemplo, contar con la habilidad del manejo financiero, la
identificación de oportunidades, la destreza en la planeación estratégica, el
carácter para mantener la disciplina, el liderazgo para involucrar a su
personal con la empresa, etc., puede significar que el empresario sea al mismo
tiempo administrador, contador, psicólogo, matemático, decorador, militar,
científico y místico. Cuando el emprendedor carece de la mayoría de las
exigencias que su negocio en particular demanda, se ve en la necesidad de
capacitarse en los conocimientos faltantes y de desarrollarse en las áreas del
carácter emocional que el trabajo empresarial necesita. La cabalidad de las
potencias intelectuales y emocionales del emprendedor son definitivamente
factores preponderantes del éxito, así como de la existencia de ventajas
competitivas y de factibilidad. No debe omitirse la preponderancia vital de
contar con una buena salud para asegurar la mejor posibilidad de éxito.
Requisitos
El perfil del emprendedor
generalmente es muy extenso pero indispensable para acercarse a los objetivos
empresariales. Algunos de los aspectos más importantes son:
Emocionales
·
Paciencia extrema.
·
Disciplina inamovible.
·
Convicción en sí mismo, excelente autoestima.
·
Pasión por su trabajo empresarial.
·
Tolerancia a la
frustración.
·
Capacidad de reconocer
errores.
·
Fortaleza del yo.
·
Tolerancia a la crítica.
·
Agresividad controlada.
·
Capacidad de sugestión, seducción y liderazgo con
los demás, y extroversión.
Imagen
·
Ser capaz de dar confianza.
·
Tener algún atributo o
característica notable (voz, estatura, corpulencia, lenguaje, cultura, etc.).
·
Presencia formal y
distinguida.
·
Ser digno de respeto y
admiración.
Educativos
·
De preferencia, una
licenciatura en administración o equivalente.
·
Asidua lectura de textos
acordes a la temática.
·
Investigación intensa en la
materia.
·
Gran capacidad de
comunicación escrita, facilidad literaria.
·
Gran capacidad de
comunicación oral, dotes de oratoria.
·
Enormes conocimientos de
psicología, estadística, contabilidad, finanzas, mercadotecnia y
administración.
Experiencia
·
Experiencia en control de
grupos y en el mando.
·
Haber ocupado cargos de
responsabilidad táctica y estratégica.
·
De preferencia, experiencia
en áreas de comunicación como ventas por teléfono, capacitación u otras.
·
Haber participado también
en el mando en asociaciones civiles, deportivas, clubes u otras.
·
Gran conocimiento en el
ramo del negocio, en la industria o sector económico.
·
Ser profesional en la
actividad del servicio o en relación al producto.
Intelectuales
·
Juicio crítico.
·
Muy elevado coeficiente
intelectual.
·
Objetividad y escepticismo
racional.
·
Memoria prodigiosa.
·
Capacidad de análisis y de
síntesis.
·
Poderoso pensamiento
abstracto.
·
Cultura vastísima.
Capacidades
y desarrollo (educación y capacitación holística)
El emprendedor debe adquirir
diversas destrezas, habilidades, capacidades o fortalezas especiales para
complementar su integridad como empresario. Se recomienda insistir
permanentemente en el desarrollo mediante cursos, seminarios, especialidades,
diplomados, maestrías, talleres o incluso lecturas en muy diversas materias. Algunas de ellas son:
Generales
·
Creatividad.
·
Uso de tecnología (PC,
agendas electrónicas, Internet, telefonía, etc.).
·
Idiomas y lenguaje
(especialmente el lenguaje técnico de los negocios).
·
Memoria.
·
Lectura intensiva.
·
Redacción y composición
literaria.
·
Matemáticas.
·
Planeación estratégica.
·
Gusto por trabajar con
gente.
Desarrollo de
rasgos especiales
·
Disciplina, orden,
limpieza.
·
Conservación de la salud.
·
Capacidad de escuchar y
empatía.
·
Prudencia y tolerancia.
·
Ética.
Áreas
complementarias y vinculadas
·
Buenas relaciones
familiares.
·
Estabilidad psicológica
(reducción del estrés, de la angustia, perder el temor, la indecisión, la
apatía, la indiferencia, etc.).
·
Confort “espiritual”
(emociones y armonía como ver el atardecer, música mística, etc., según las
preferencias de cada persona, con el objetivo de establecer condiciones
internas emocionales para permitir el entusiasmo constante).
·
Buenas relaciones con
amistades y con el entorno social.
·
Crecimiento de las finanzas
personales.
·
Complementar el proyecto de
empresa con los demás proyectos personales, como los familiares, los de retiro
y jubilación, la continuación de los estudios, el lugar de residencia, aspectos
religiosos, místicos o de relación socio-cultural, etc.
Conclusiones
¿Cómo
crear una empresa o negocio?
Si existe el interés en
desarrollar una empresa o generar negocios, nace en ese mismo instante la
primera actividad de éxito en esta disciplina, debido a que la fuerza motriz de
cualquier actividad lucrativa se fundamenta en el deseo de hacerlo. Crear una
empresa o negocio tiene como principio fundamental que aparezca en la psique,
la mente, el espíritu o como sea que se quiera denominar al hecho de que el
sujeto interesado se “sienta” impulsado –por observación inspirada, por
frustración o por necesidad– tanto la idea de querer y poder hacerlo como la
sensación del deseo de verlo realizado. Si usted ha logrado leer este artículo
de principio a fin, considérese poseedor de los atributos necesarios e
indispensables para generar negocios. ¡Felicidades!
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